El Bufadero en La Garita

Pueblos y barrios con mucho encanto, historia, casas típicas, playas muy concurridas y familiares… Todo esto puedes encontrarlo en Telde si decides hacer una escapada uno de tus días de estancia en Dunas Hotels & Resorts. 

Te proponemos planes alternativos a lo que se presenta al turismo. Las playas del sur y sus actividades de ocio son estupendas, pero a nosotros nos gusta mostrarte otras zonas menos conocidas y que consideramos que tienen mucho encanto. A poco menos de media hora del sur de la isla se encuentra Telde, conocida, sobre todo, por quienes viven en Gran Canaria. Su costa ofrece playas familiares donde poder disfrutar de un día de descanso. Melenara, Salinetas, Tufia, Hoya del Pozo… son algunas de las elegidas por muchos capitalinos. Dos de sus razones principales son la cercanía de la ciudad y la comodidad de los accesos a todas ellas.

En la playa de la Garita, otra de las maravillas que esconde Telde, encontramos un lugar muy especial. En un punto de su paseo marítimo contemplamos el bufadero. Se trata de dos grandes oquedades en las rocas, por donde el agua fluye y hace que se llene y vacíe a una gran velocidad. Se le llama bufadero debido a que estas rocas tienen, en su interior, huecos. Éstos hacen que, cuando la marea suba, estos agujeros “escupan” agua en forma de chorro y con un sonido muy especial y característico. Este tipo de formación geológica es la mayor de Gran Canaria. Si eres amante de la naturaleza y vas a estar unos días en la isla, es totalmente recomendable. Es un lugar en el que puedes pasar horas observando ya que parece que el tiempo allí se para.

Muchos tienen miedo a la sensación que ofrece estar junto a este lugar, para otros, en cambio, es un rincón donde relajarse y dejarse llevar es el mejor regalo para acabar el día. Eso sí, hay que tener mucho cuidado, y no bañarse en esta zona, ya que es muy peligrosa incluso para quienes la conocen. Si el plan del día incluye darse un baño, nada mejor que en la propia playa de La Garita o en otra de las mencionadas. 

Junto al bufadero hay un mirador, con un banco, precisamente para ofrecer al visitante un lugar donde poder disfrutar del espectáculo sin correr ningún riesgo.

Si te ha llamado la atención, bien sea por el tipo de plan o porque desconocías totalmente este rincón de la isla, solo tienes que acercarte a la zona costera de Telde. Eso sí, atento a las mareas, porque cuando de verdad se disfruta del bufadero es cuando la marea está subiendo.